Charla sobre entornos rurales, energía y conflicto energético que el festival de Sitges organiza entorno a As Bestas, con su director, Rodrigo Sorogoyen y la coguinonista Isabel Peña.
El festival de Sitges organiza una charla sobre entornos rurales, energía y conflicto energético.
Antes de su estreno en el Festival de Sitges, As Bestas ofrece, dentro de la Sección Órbita, una charla coloquio sobre sobre entornos rurales, energía y conflicto energético, con el director Rodrigo Sorogoyen y la coguionista Isabel Peña. Y ahí estaba yo mi una amiga Sara, dispuesta a tomar nota sobre el planteamiento de este ecothriler.
Conseguir entradas para este tipo de eventos es relativamente facil, yo las conseguí mediante un enlace en Twitter del mismo Festival y a coste cero. Así que no hay excusas, y mucho menos teniendo en cuenta que el Festival de Sitges es visita cas casi obligada para cualquier cinéfila que viva por aquí, el plan de el Viernes 14 de Octubre, estaba claro. Así que allí nos plantamos, mi amiga Sara y yo, sabiendo que aprovechábamos el viaje a Sitges para tomarnos algo, hacer de grupies de Eva Green en su estreno de Nocebo y asistir a la charla de As Bestas. Plan perfecto!.
As Bestas y la crónica negra de la Galicia profunda.
Tal y como cuentan Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen durante la charla, llegó a sus manos la notícia sobre un asesinato ocurrido en Galicia y a partir de ese material, que les llamó muchísimo la atención, se escribe el guión de este ecothriler rural que recuerda a los westerns americanos donde el conflicto surge por un molino, un pozo de agua o una mina de oro, que en plena crisis ecológica mundial, viene a ser lo mismo.
Anclar el guión a la actualidad.
As Bestas, como Alcarrás (Carla Simón) película que le hizo sombra en el festival de Cannes, ancla el guión a la realidad y a la actualidad. A la realidad porque está basada en hechos reales y a la actualidad porque el conflicto de quien explota la tierra, con qué fines y qué consecuencias tiene, está a la orden del día.
As Bestas es un mazazo emocional.
En As Bestas, tras el cómo, permanece el drama. Tan humano como animal, tan campestre como universal. Es la vida misma (y lo que queda de ella) sucediendo en la pantalla, un despiadado ejemplo que nos interpela a modo de espejo.
As Bestas cuenta la historia de Antoine y Olga, una pareja de mediana edad de origen francés que vive expatriada en una aldea gallega. Cultivando la tierra y restaurando antiguos caseríos para repoblar el lugar. Su procedencia, su planteamiento de vida, la envidia y, en concreto, la oposición a la instalación de la industria eólica en la aldea despierta la enemistad de algunos lugareños. En especial, la de los hermanos Xan y Lore.
La tensión y el conflicto de la cual deriva irán en aumento, en paralelo a la dinámica diaria de dicho entorno rural. Una realidad mostrada con sabía perspectiva y cierta ambigüedad: agotadora, a pesar de la bucólica que le precede (todavía más en tiempos Post-Covid). Abrumadora, incluso cuando acontece la calma. De una belleza extrema, aunque en ella haya lugar para la bestialidad humana.
